La cantante salió del Bercy Arena de la capital francesa con un tobillo vendado y una compresa de hielo en las manos, lo cual demuestra que sus rutinas de baile comienzan a dejar estragos.
Madonna es devota del yoga y realiza sesiones de tres horas diarias, sin embargo, puede que sea momento de realizar actos menos arriesgados, sobre todo cuando se acerca a sus 51 años.
Fuente: El economista
No hay comentarios:
Publicar un comentario